domingo, 10 de abril de 2011

Argentino conquistador de los ángeles


Se le dio la oportunidad y la supo aprovechar. Desde que arrancó la Serie Mundial de Boxeo (torneo supervisado por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur) en Noviembre del 2010, Fernando “El Puma” Martínez  demostró que “en argentina hay madera para cosas grandes”, tal y como él lo expresó. En las cuatro peleas que realizó hasta ahora salió triunfador de los 54kg, lo que ayudó a que el equipo de  “Los Ángeles Matadores”, se destaque del resto. De seguro Miami  debe lamentar el préstamo…
Es el séptimo de 12 hermanos, tiene 19 años, oriundo de La Boca, barrio porteño, cuna de malevos. Su mayor sueño es ser campeón mundial. Boxea desde los 11, cuando su papá lo anotó en un club de Pompeya, ya que el nene insistía en querer boxear. Hoy su nombre esta de boca en boca en el mundo del boxeo, mientras “el pumita” mantiene su humildad al hablar y contar que él es “un pibe de barrio, normal que me gusta jugar a la pelota, salir, estar con mi familia, con mi novia. Disfruto de compartir cosas con las personas que quiero”. De este modo Martínez puso primera y comenzó a contar sobre su vida y  experiencia en “La Serie”.
Lleno de ambiciones y ganas de seguir creciendo y aprendiendo, cuenta: “En mi familia somos muchos pero muy unidos, nos cuidamos entre todos. Mis hermanos no hacen ningún deporte pero para mi son mis ídolos. Hablamos mucho y aprendo de ellos. Y mis hermanas son muy celosas-entre risas-pero igual nos llevamos bien” y con cierta melancolía, agregó: “mis viejos siempre me aconsejaron que es lo mejor para mí y nunca dejaron que me descarrile”.
Luego de hablar un tiempo prolongado sobre sus afectos, a los que extraña, continuo en la charla, emocionado, con el relato de cómo  se siente en el exterior y de su participación en un evento de tal magnitud.
- ¿Qué te paso cuando te invitaron a participar de la Serie? ¿Imaginabas que llegarías a ser una estrella?
- Cuando me dijeron que iba a viajar para la competencia fue increíble. Desde que me enteré que se estaba por hacer esto me re entusiasmo la idea de llegar a participar, pero ni ahí me imaginaba que me llamarían. Es una experiencia grandiosa y re valiosa. Estoy aprendiendo muchísimo, peleando con los mejores del mundo y ¡en profesional! Estoy muy emocionado y agradecido de esta oportunidad, es como un sueño hecho realidad.
Yo sabía que me podía ir bien porque siempre pelee con boxeadores profesionales en el gimnasio de Pedro Cabrera en San Telmo, que es donde entreno cuando no voy al C.E.N.A.R.D. Esto es una gran prueba, ya que mi sueño más grande es llegar a ser el mejor campeón del mundo y me doy cuenta de todo lo que tengo para dar. Me siento que escalé tres escalones y que me va a ayudar mucho a llegar a lo que quiero.
 -¿Fuiste participe de lo que generaste luego de ganar en primera ronda ante el ecuatoriano, siendo que el equipo de Miami te cedió a préstamo a Los Ángeles  Matadores y luego intentó recuperarte?
- Realmente no. Yo no entendía nada, entonces estaba confundido porque sabía que viajaba para integrar el equipo de Miami y de pronto pase a Los Ángeles y no sabía por qué. Igual para mí fue una suerte, porque es el mejor de los equipos. Están todos atrás nuestro. Estoy feliz con el cambio (Los Matadores de Los Ángeles van primeros en la Word Series Boxing). Si seguimos así vamos a salir campeones y estoy seguro de que así será porque son buenísimo todos en el grupo.
-¿Cómo fue para vos pasar de amateur a profesional así de pronto?
-Y… sinceramente hablando. A mí no me gusta el boxeo amateur. Lo mío es ir al frente, más aguerrido y en el amateurismo no podes, tenes que cuidarte de no ir tanto al cruce, pelear más de afuera, mucha técnica y además te cuesta bastante hacer un punto. En cambio en el profesional no, es libre, peleas tal y como sos. El que va para adelante y tira es el ganador. Y a mí me gusta eso, la lucha. Se me hace mucho más fácil que en aficionado.
Soy el número dos del mundo en esta competencia con el estilo de pelea que tengo, saque mi verdadero boxeo, imagínate…
-¿Es muy distinta tu rutina de entren amiento ahora a la que venías acostumbrado en la selección?
-No. Entreno de lunes a sábado, hasta el viernes son dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde. Y los sábados La mayoría de los chicos entrenan doble, pero a mí no me hace falta. Estoy muy bien con el peso y físicamente. Siempre competí en 51kg, y acá es hasta 54kg, entonces estoy cómodo en ese sentido.
- ¿Cómo es pasar de caminar por las calles de La Boca a Las calles de  Los Ángeles?
- Al principio me llamaba todo la atención. Acá todo es a lo grande, las calles son todas autopistas, los edificios enormes, casi no hay transporte público todo el mundo tiene auto. Los shoping tardas un día entero en recorrerlos. Todo es re limpio y hay mucha más tranquilidad que en Argentina, para un argentino la vida acá es muy aburrida, siempre hacen lo mismo, casi ni salen. Ya estoy aburrido, me quiero volver, ya veo todo igual.
- ¿Te costó adaptarte al cambio?
-Sí mucho, hasta ahora. Quiero salir, estar con mi familia, mi novia, mis amigos. Los chicos con quienes vivo son dos hijos de mexicanos, Javier y Eric y un yankee que se llama Joseph y sólo habla en inglés, ellos gracias a dios me hacen sentir un poco como en casa, son muy buenos conmigo.
-Y con el idioma, ¿Cómo te manejas?
-  Al principio se me complicó mucho, porque yo no entendía nada. Ahora dentro de todo la llevo. Con Joseph, mi compañero de casa, por ejemplo me manejo muchas veces con señas, a veces le entiendo algunas cosas y si no los otros dos chicos me traducen. Y mis tres profesores, son mexicanos así que no tengo problemas.
-  ¿En qué cosas podrías decir que te cambio la forma de vivir  en Estados Unidos?
- Y… deje de salir obligatoriamente. En mi barrio, en La Boca, no descansaba tanto porque andaba todo el tiempo de un lado a otro cuando no estaba en el C.E.N.A.R.D.  ¡No hay nada para hacer acá!-risas- y ya la verdad me quiero volver. Pasar de mis calles angostitas, de las casas coloridas a las grandes avenidas y los edificios  y casas enormes, al  comienzo fue impresionante. Pero no hay nada como vivir en Argentina, nunca lo cambiaría. Mucho lujo acá pero me quedo con mi país.